s ll ----------------------------------------------------------------------- Capítulo 22.10: Y cuando abruma lo evidente, y cuándo no lo hace. Se nubla, se encoje, tirita, se estremece. Y cuando a tientas lo busca, se pierde, se desvanece, se atenúa lo buscado. Fin del capítulo 22.10- Como si no fuese nada, pasa, se acartona, se desgarra otro hilo de su cuerda. ----------------------------------------------------------------------- s ll --------------------------------------------------------------------- Capítulo 03.04: Tras tú negada, eso no sirve, no importa. De nada vale que lo escondas. Paso. Lo se. Lo sigues negando.
Tal vez mi alma poética, errante, solitaria, nueva pero vieja sepa dónde vamos. Sí las decisiones que tomamos, las palabras que callamos y las puertas por las que no entramos deben seguir así. Esperanza ante la melancolía el briznor y tezno de pensarlo. De que él sabio viejo que lleva una parte sea real, y sea más arcano que humano. Bondadoso, respetuoso pero justo, más experto que el diablo y más rápido que el viento. No me gusta pensar que es la parte nueva la que lleva el timón. Que actúa sin hablar con la vida. Que no me lleva la paciencia, la quietud y él todo llegará en su momento correcto. Si no que me mueve el miedo. La inexperiencia junto al miedo es la muerte en vida. De ser así, esa melancolía es la desesperanza y el suspiro agónico de mi parte vieja. Debería poder saber sí es el miedo, si debo romperlo, debo rectificar o continuar. A veces es fuerza el lanzarse, otras error. Una lucha de lobos. Alimentar a ambos puede hacerte danzar siempre sin aterrizar, s...
Señor no me meza con tanta fuerza, la barca le dijo al barquero. Señor no trate tan agresivamente los remos, la barca le dijo al barquero. Barquita chica, bonita, no digas a tu maestro como tiene que manejar el timón. Señor, guía, maestro del mar, propongo una tregua. Un margen entre su velocidad y mi resistencia, este fue el trato de la barca al barquero. Ni tan solo un atisbo de mi fuerza se muestra ante ti, así que imagínate mi barquita chica de lo que puedo llegar a ser. Esta fue la respuesta del barquero a su barca. Ni tan solo un atisbo de mi bravura se muestra ante la humanidad, así que barquero chico, bonito, ándate con cuidado o verás de qué es el mar por el que navegas. Esta fue la respuesta del mar al barquero.
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