Bucle
Todo el día tu y otra vez tu,
una secuencia terrible,
una imagen
quema tal vez,
emerge
sin querer
no preciso buscarlo,
pensarlo, decirlo, desearlo, llamarlo.
Acariciar tu pelo
y besar tu nuca
unirnos, sin más
a diario, tal vez.
Posado en alguna parte.
Y así es como no es: recto, seguro,
sensible, roto
del todo? Ansío que no, que sólo un tomo, o
dos,
tentando a mi diligencia,
mi implicación,
hacia la más enajenada duda y fin
donde el tiempo se rompe.
Es portal de placer
deseado
lo que recorre la linea de alguien
que se enciende
sin aviso
en su voz cercana:
es armonía vitruvia
de un voraz rostro,
las imágenes que pueden no pasar
jamás
por apetecible y deseado.
Yo lo dirigí hasta la torpeza
más profunda y no lo arreglo
si no que me arropan
tantas cosas que no sé:
vi deseo y luego viento
por aquel susurro gritado
mi espiral de dolor
cruel y real.
No vi sino el atisbo.
De igual manera que no.
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