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Mostrando entradas de enero, 2018

Haiku..

Se sentía la más sola y la más triste, habían desaparecido las ganas de comer, de levantarse, de reír. Sólo un perturbador dolor de cabeza, sólo la necesidad de llorar a cada rato, respirar, mirar, pensar era demasiado pesado. Se sentía sola, lo estaba,  se sentía triste, lo estaba. Abrumada, desanimada,  era inevitable, era real. Sola.

Con dos puntos - Epílogo

Existen muchos tipos de biografías.. desde pequeña me imaginaba cómo sería la mía. Sin duda no era esta. Como todo lo que me imaginé, es completamente diferente.  En esa biografía recuerdo que me imaginaba una gran fiesta de celebración, dónde acudirían mediante invitación todas aquellas personas que me habrían marcado en cierto modo, y que posiblemente aparecieran en ella. Y cómo no, termina siendo algo completamente diferente. Llevaba un tiempo queriendo empezar a escribir esto, algo me ha hecho sentir que no podía escudarme o seguir justificando mi forma de ser en capítulos de mi vida a los que en mi mente ya les había dado mil vueltas y que realmente están cerrados, superados, y como buena terapeuta que ni ejerce ni hace caso a los consejos que buenamente daría.. debe contárselos a alguien. Supongo que en mi mente ese alguien era completamente diferente a esto, tenía cara. En cierto modo, parte de esa niña; que está claro que no debería jugar nunca a juegos de azar, ...

Y si..

Y me asalta esa sombra cada la noche, susurrándome si hice suficiente, si te abracé poco, si ya es tarde. Esa sombra a veces me lanza a un abismo desconocido dónde sin piedad me grita que no podré desandar lo andado.

Bucle

Todo el día tu y otra vez tu, una secuencia terrible, una imagen quema tal vez, emerge sin querer no preciso buscarlo, pensarlo, decirlo, desearlo, llamarlo. Acariciar tu pelo y besar tu nuca unirnos, sin más a diario, tal vez. Posado en alguna parte. Y así es como no es: recto, seguro, sensible, roto del todo? Ansío que no, que sólo un tomo, o dos, tentando a mi diligencia, mi implicación, hacia la más enajenada duda y fin donde el tiempo se rompe. Es portal de placer deseado lo que recorre la linea de alguien que se enciende sin aviso en su voz cercana: es armonía vitruvia de un voraz rostro, las imágenes que pueden no pasar jamás por apetecible y deseado. Yo lo dirigí hasta la torpeza más profunda y no lo arreglo si no que me arropan tantas cosas que no sé: vi deseo y luego viento por aquel susurro gritado mi espiral de dolor cruel y real. No vi sino el atisbo. De igual manera que no.

Futuro

Eres lapso, lapso de barro, tono níveo, tono de aire, de bravura, bolsillo oscuro para los deseos, bolsillo claro para los miedos, para mi. Desesperación, besos, cabida a lo inóspito, en casa, fuera, en las montañas del norte y en él más exótico paraje, perfección sería crearlo, hablando, un terreno llano, esférica idoneidad tan clara y dulce, y oler tu cuello para que nos miren después. Vamos, ven de la niebla negra donde vagamos desde el roto y ahora en esta tenue claridad volvernos luz.

Magnetismo

De tanto pensar y querer me lo imagino. Y si no tengo caricias ni deseos y si no tengo sueños en cada brisa, besos, confidencias, mordiscos, futuro, no sirven para muro ni llama: están latentes y no serán tal vez, divagaciones de sueños asonantes. Amo muchos momentos de ti y entre torpezas y darse cuenta cavé mis versos, en hielo coroné una rama que tal vez brote y florezca. Por eso puedo seguir soñando.

Oda a la pifia del sentimiento reencontrado

Se jactaba de la inexistencia de aquel bolsillo en su abrigo. Bolsillo que todo el mundo usaba en su abrigo, Cuando se lo arrancaron su abrigo pasó a ser tremendamente ligero. Corría y se pavoneaba en el más musical de los silencios particulares. Su mente y su tiempo perdieron peso, se volvieron grandilocuentes. Su vida era vaporosa cual día de mayo, era liviana. Su abrigo era cálido y era cómodo, no necesitaba que tuviera más bolsillos. No lo necesitaba más nuevo, ni lo imaginaba más aguerrido. Presunción bajo cielo de espacios abiertos, Tal vez no notó que su abrigo se cubría del lastre más ligero posible. Tal vez ignoró un peso y lo convirtió en lo más ligero, Tal vez al darse cuenta de qué había ignorado lo convirtió en lo más pesado al mismo tiempo. Postrada ante su sombra errada, era juzgada en el más agrio de los tribunales. En su abrigo seguía la marca ignorada de un bolsillo, Evidencia, oh, abrigo, de vos. Si todo el mundo bien conocía el color, peso y tacto de su abrigo....

Pensar, actuar, sentir

No podía dejar de pensar una cosa, actuar haciendo otra y sentir una muy diferente. Eso la rompía por dentro a diario y a cada momento. Se sentía como en una habitación sin luz,  sin salida ni sonido. Y pensando eso, se preguntaba a sí misma sorprendida si aún sentía. En algún lugar de su interior sabía que si, pero no sabía si ese mismo sentimiento de esperanza la hacía seguir en esa habitación. Desanimada veía pasar los días y sus sentimientos seguían fuertes, no se alejaban sino que los sentía más claros, pero no podía dejar de pensar una cosa y actuar haciendo otra. El sentimiento la rompía y su interior pesaba más y más. Sabía quién podría abrir la puerta de esa habitación. Cada vez más oscura, más rota, más triste y más sola. ¿Acaso se lo merecía? Cuando lo vio alejarse, entró en esa habitación. Al verlo tras la ventana, se empezó a romper y a darse cuenta. ¿Cómo puede sentir que sigue rompiéndose aún más? La puerta de la habitación se cerró de golpe. A oscuras, ...