Bajo el tipo impositivo del valor,  del deber.. Se acuñó el miedo.

Sin respuestas serias,  la subjetividad,  los comentarios vagos o desafortunados hicieron de ellos los firmantes más rápidos en malentendidos.

Cada vez más complicados de ignorar,  la posibilidad de la broma,  la fraternidad desenfadada lleva a recobrar aquello que no tuvieron,  que nunca se dijeron y que pasados los años.. Siguen evitando sin querer evitarlo.

Pero sin imaginar que pasará si ocurre. Sigue el miedo,  la pereza,  el azar y los pensamientos erróneos.

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