Así

Bajo la tenue brisa del mar de otoño notaba el frío en sus pies, pero no sentía. Al estallar las alas en su contra obedecía demasiado claro el ritmo. Sin bravura ni pesar. Sin ser ella, sin ánimo.

No recordaba dónde lo había olvidado,  pero si cómo. En ocasiones su rabia le retorcía las entrañas y otras veces sentía tan consigo el desánimo que ella misma se asustaba.

¿Cómo podía descansar con sentimientos tan pesados?  Aún queriendo luchar. Se sentía llevar como controlada por esas olas. Como inerte.  Así, así se sentía.

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