Diario de un villano - Relato 1
A todas las personas que han simpatizado de algún modo con los villanos, que han visto en ellos algo más que sus actos y se han parado a filosofar sus motivos, su mente y encontrado encanto cuando deberían sentir temor.
(Texto recuperado de 2014)
Es curioso como un ser temido puede convertirse en una presa.
Yo fui el terror de esas calles que ahora me dan caza. Yo mataba a sus familiares de noche, yo ensombrecía el sueño de sus niños a la hora de dormir.
El pánico, los gritos, los llantos.. sus peticiones de rodillas con ojos llorosos no eran más que un vulgar trámite rutinario y aburrido.
Jugar con mis ratones era de lo más patético.. Pensé que así encontraría a alguien que diese cabida a mi desafío. Que no me temiera y viese en mis ojos la debilidad humana.
Pero no.. ninguno era capaz de mirarme a los ojos. Los temblores, los llantos.. intentaban escapar como ratas!
Lo intenté de todas formas.. fui sin armas, fui de espaldas.. sentado.. acariciando animalitos, cantando.. pero nada!
No se relajaban, no había forma que ni una de esas personas me desafiara, dejase de correr, acurrucarse o esconderse. Y corriese hacía mí, que me apuñalara, que me desgarrara a mordiscos, que usasen sus fuerzas y sus uñas.
Al principio intentaron defenderse.. nada que no fuese instinto nervioso e involuntario.
Una vez conocida mi firma, se tiraban a llorar esperando algo que ni ellos sabían!
Intenté mantener conversaciones con ellos. Quería conocerlos, ver que quizá me equivocaba. Llantos, sólo lagrimas y palabras repetidas.. "no, no", "por favor, haré lo que quieras", "no se lo diré a nadie".
Ja! Pues claro que no se lo dirán a nadie.. no pasarán de ahí.. pero por el simple echo de no hacer lo que yo quería.. a sí que en el fondo.. ellos mismos se firmaban el final.
¿Pero qué pasa? ¿Soy un asesino de cobardes? Cualquier animal se defendería mejor que el humano. Y en el último momento aceptar la muerte con silencio. Pero yo no soy así.. busco ver que hay más como yo.
Alguien que al verme, conociéndome.. refleje mi mueca, mi mirada.. que sus gestos y sus palabras sean frías, sean claras y sobre todo tranquilas. Que broten desde la razón, desde la misantropía, exijo valor y visceralidad.
Capaz de enfrentarse, de inmolarse sí es preciso. No buscar un lugar oscuro y palabras de crío asustado. Si no una mirada fiera, actos perversos, que me intimiden.
¿Creéis que al asesino le cuesta algo matar a alguien que escapa? Ni siquiera tiene que saber o tener valor para hacerlo, sólo que os lo creáis.
¿Por qué no os enfrentáis? Sí yo corro hacía ti, mírame, gírate y agarra tus fuerzas para, sí mueres, como mínimo me dejes un doloroso recuerdo. Una marca que me replantee si me merece la pena seguir con esto.
Cambiar los papeles sería cómo mínimo, interesante.
Comentarios