Días
El color del cielo no parecía decirle nada aquel anochecer y las siguientes noches se ocultaban contemplativas. A su pesar, la expectación menguaba y dejaba paso a la soledad. Sus pensamientos tan silenciosos como no recordaba hacía mucho... se dormía escuchando su propia voz, compañía cada día al parecer más ingrata. Días perdidos en el horizonte, fundidos en la pena, ya no escuchaba cantos más allá de las nubes. No sabía qué quería recuperar o qué algo nuevo quería crear... o tal vez eso era mentira. Yo creo que si que lo sabía, fingía que algo había terminado antes de querer decirlo en voz alta y esperaba que ese deseo menguara como otras veces. - Yo creo que ella sabe que esta vez se equivoca, no sé qué crees tu. - A mí ella me inspira lo mismo... pero tal vez no dependa de ella. - Ser buenos, solemnes o positivos con ella es ser perversos, eso es lo que creo yo. Si necesita verlo más claro quizá se le vuelva a escapar, pero esta vez de verdad. Y si me vas...