Aquel café, tenía que ser dulce.. tenía que ser agradable y cómo mínimo recordarse como algo deseado y cumplido. Pero aquella noticia, provocó que disipara todo el azúcar del café. Fue un cúmulo de sentimientos, de nudo en el estomago.. que terminó en ojos llorosos y una amarga tristeza. Muchas veces se había planteado decirle algo, disculparse.. algo! Pero no lo hizo.. pensó en más adelante.. también barajó la posibilidad de qué pasaría sí lo dejaba correr. Sí el sentía lo mismo o no. ¿Daba igual ya todo eso? ¿Volverían a tener una oportunidad? Todas y muchas más dudas, hacían muy pesada la noticia, muy triste. No sirven el, ya volverá, ni el tiempo al tiempo.. ni nada. Vale, el ten cojones y díselo, dile algo que no va a servir de nada, o de poco, pero dilo. Haz ahora la único que puedes hacer! Ahora todo es derrota, es pérdida, es de menos, es de ti.